Don Casto Ramón Villalba Machuca, residente en Concepción, celebra un siglo de vida junto a sus 12 hijos, 57 nietos, 72 bisnietos y una tataranieta, siendo un pilar fundamental de su amplia descendencia.

El gran encuentro familiar en el barrio San Roque.

En un emotivo acontecimiento familiar, Don Casto Ramón Villalba Machuca, residente en Concepción, ha llegado a la notable edad de 100 años rodeado del cariño de su extensa familia. Con 12 hijos, 57 nietos, 72 bisnietos y una tataranieta, Don Casto es admirado por ser el eje central de generaciones que lo consideran un modelo a seguir.

Desde su juventud, Don Casto ha sido reconocido por su dedicación a la familia, siendo descrito por sus hijos como un esposo ejemplar y un hombre trabajador. Casado con Ña Leo, ambos dedicaron sus vidas a educar a sus doce hijos con sólidos valores de trabajo, honestidad y sacrificio, fundamentales para alcanzar sus grandes ideales.

Su legado se refleja en una familia extendida que continúa su ejemplo y valores. Sus hijos, nietos, bisnietos y tataranieta se unen para celebrar no solo su centenario, sino también la vida de un hombre cuya integridad y amor han dejado una huella imborrable en cada uno de ellos.

A sus 100 años, Don Casto conserva una salud envidiable y un espíritu jovial que inspira a todos los que lo rodean. Lucila Villalba, una de sus hijas, expresa con emoción la felicidad de la familia al honrar la vida y legado de Don Casto, a quien consideran el «gran roble» de la familia, símbolo de fortaleza y sabiduría.

También estuvo presente durante la misa en la parroquia María Auxiliadora.

La historia de Don Casto es un testimonio viviente de que el esfuerzo y los valores sólidos pueden construir un legado significativo y perdurable.