Julio Roa, de 70 años, llegó a Horqueta hace tres meses buscando trabajo, pero fue víctima de un asalto que lo dejó sin pertenencias. Su historia de lucha y solidaridad ha conmovido a la comunidad local.

Fredy Lugo brinda refugio a un estudiante al llevarlo en su casa.

Julio Roa, un septuagenario decidió buscar trabajo, llegó a la ciudad de Horqueta con la esperanza de un nuevo comienzo. Sin embargo, su llegada estuvo marcada por la desgracia cuando tres individuos desconocidos lo asaltaron, despojándolo de todo lo que tenía.

Según su relato, durante sus primeros días en la ciudad, Roa tuvo que dormir en el suelo de la terminal de ómnibus, enfrentando las duras condiciones de la calle. Posteriormente, encontró un refugio temporal cerca del local de la Organización Campesina Regional Concepción (OCRC) en el barrio Fátima, donde pasó semanas durmiendo bajo un árbol.

Fredy Lugo, un joven estudiante que notó la difícil situación de Roa, decidió intervenir y ofrecerle un techo seguro. Lugo describió las precarias condiciones en las que vivía el anciano y decidió brindarle ayuda, sintiendo un profundo afecto por él, al punto de considerarlo como un abuelo.

Gracias al gesto generoso de Lugo, hoy en día Julio Roa ya no está en la calle. Vive bajo un techo seguro y, según Lugo, ha encontrado en él una figura paternal.